martes, 13 de febrero de 2018

Martes 13

Tengo suerte.
Y soy afortunado
de ser la persona que soy.
Y esto es algo, que no debería de olvidar nunca.
Pese a todas esas veces en las que la inseguridad
se ha apoderado de mí.

Me gusta
estar donde estoy.
Me gusta
ser la persona que soy.
Por ser.

Por ser sentido en este mundo
y buscar sentido donde no lo hay.
Por ser bueno entre los buenos
y menos malo de entre tantos.

Y aunque a veces,
no lo consiga a la primera
me gusta pensar que escribo
mejor de lo que hablo.

Supongo que la prisa no va conmigo
no ahora que ya hay suficiente caos
ahí afuera.

Supongo que soy más de prosa
por si algún día te doy todos
mis versos.

Supongo y supongo
y lo hago con certeza y 
la incertidumbre
que es mi sombra.

lunes, 29 de agosto de 2016

Multitud de recuerdos felices guardan mi memoria,
mi infancia fue feliz solo por haber crecido libre
para ver, crear y sentir.

Más allá de mi experimentación crecí protegido y amado.
Y esta es la única manera en la que debe vivir un niño.




Quien soy es reflejo del amor y la protección
que he recibido en mi infancia, feliz.
Esta es la razón por la que hoy
mi labor es la de salvaguardar
cada sonrisa inocente.

jueves, 21 de enero de 2016

Pero hay días en que
la contorsión es mucho más fuerte, y no puedo
levantarte la ceja izquierda
y hacerte una mueca para que comprendas
lo que intento explicarte.
Joder.

sábado, 16 de enero de 2016

Supongo que los días no se han vuelto grises por nuestra causa
que su forma paulatina no tiene nada que ver con la herida
que es tan fría como tanto duele, como tanto finges que no hiere.

Y un carajo.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Entonces volví a aquel -aún- extraño lugar. 
Aún extraño, porque después de tanto tiempo 
no había olvidado el más mínimo detalle de su composición, 
cada uno de los colores que lo conformaban, 
cada perspectiva por rara que pareciera. 

Cada parte constaba de un olor propio, peculiar y único. 
No podía entender cómo era capaz de recordar todos los términos 
que incluso ignorándolos se adentraban en mi mente y se repetían 
una y otra vez. 

Incluso el escaso silencio que entonces nos rodeaba volvía a repetirse 
-insólito, singular y misterioso, pero nuestro. 
Cómo el suntuoso sentido del tacto, de la percepción ante el otro, 
de la delicadeza, la diplomacia cubrían aquellos frágiles 
y tímidos talles de conciencia. 

Asimismo era capaz de rememorar cada toque, cada gesto, 
y cada enlace que tenía con mi piel entrañándose en mí 
de una forma tan característica y enigmática.

martes, 17 de noviembre de 2015

Ahora te veo triste y que te mueres por dentro. 
Que la pena te ahoga y las lágrimas no cesan, 
que es el daño que tienes el que no te deja, 
y el miedo. El mismo miedo que hace tiempo
no era más que un resplandor que casi cegaba.

De forma que se ha apoderado de ti hasta hacerte suyo, y por desgracia
mía o de quien la quiera, hoy solo veo que te pudres y que no hay vuelta, 
que aquí es donde me dejas. Y no hay otra sino esta la más sucia y, joder
manera más vergonzosa que una ráfaga de frío el irte sin media vuelta.

Más asquerosa y repugnante, porque tú nunca has sido así, 
sino que te has entregado mientras cobardes han sido tus actos. 
Nadie te ha vencido y has sido tú, triste y carcomido el que 
ha decidido rendirse como si estuviésemos en una batalla.

sábado, 10 de octubre de 2015

"que sea la lluvia la única que pueda estar sobre nosotros,
y que incluso ésta acabe en nuestros pies."